El frío suele ser la causa más común de que se agrieten las manos. Se produce la combinación de efectos como un descenso de la humedad exterior y un aumento de calor en espacios interiores, que provocan que la piel se reseque.
Al estar cambiando de calor a frío con mucha frecuencia, este efecto se acelera y las manos resecas y agrietadas es la consecuencia de ello.
No obstante, hay muchas más causas que pueden favorecer que incluso suframos de manos secas y agrietadas con heridas. La genética es una de ellas. Por eso, algunas personas tienen una mayor predisposición a tener la piel excesivamente seca, mientras que a otras, no les pasa salvo de manera excepcional.
También hay enfermedades que afectan de forma especial a la piel, como la psoriasis que precisamente hace que la piel esté muy seca. La situación se agrava aún más cuando también hace frío.
Por descontado, es responsabilidad nuestra tratar bien las manos para evitar que esto pase. Obviamente, algunos trabajos manuales pueden favorecer este efecto, por lo que, si podemos, es importante contar con los elementos de protección adecuados.
Por otro lado, el uso de productos irritantes con las manos y el lavado frecuente, pueden afectar de forma grave a nuestra piel y provocar este efecto. Por ejemplo, los profesionales de la salud o los peluqueros, que requieren lavarse continuamente las manos, suelen sufrir este tipo de consecuencias.
Por último, también existe la posibilidad de que sea un efecto secundario provocado por ingerir medicamentos que nos generen esta reacción en nuestra piel.
Remedios caseros para las manos resecas y agrietadas
Hay remedios caseros para las manos resecas y agrietadas que puedes aprovechar siempre que sufras este problema.
Nosotros te recomendamos el uso combinado de gel puro de aloe y el aceite de argán. Son los dos productos más adecuados con los que tratar tus manos de forma natural y con efectos inmediatos.
El
gel puro de aloe vera tiene unas propiedades naturales que ayudan a mantener niveles óptimos de hidratación, por eso puede mejorar el estado de tu piel notablemente.
Entre sus beneficios puede calmar, nutrir y proteger la piel, además de tener un efecto antiarrugas con el que le devuelve su elasticidad natural.
Además, puedes aprovechar sus propiedades en cualquier momento. Aplica bastante gel en cada mano y realiza un masaje hasta que se absorba completamente. Puedes usarlo las veces al día que te haga falta.
Por su parte, el
aceite de argán es rico en vitamina E y en ácidos grasos esenciales. Está especialmente recomendado para la sequedad de la piel y con el complemento del gel puro de aloe vera conseguirás los mejores resultados posibles.
En concreto el aceite de argán te ayudará a mantener la piel hidratada y flexible. Te recomendamos que lo aproveches por la mañana y por la noche, con las manos limpias y antes de poner cualquier otro tratamiento.
Verás que con un par de gotas puedes conseguir la hidratación que necesitas.
De forma más general, cualquier producto que te ofrezca bastante hidratación te ayudará a combatir las manos resecas y agrietadas.
La rosa mosqueta también destaca por su alto contenido en aceites grasos esenciales, que ayudan de forma sobresaliente en la regeneración de tejidos y el crecimiento celular. También estimula la producción de colágeno y elastina.
Por último, te recomendamos que protejas tus manos en todo momento, sobre todo durante la época de más frío. Intenta llevar guantes en el exterior para mantenerlas en calor, así como también evita en la medida de lo posible utilizar productos que puedan causar cualquier tipo de problema cutáneo.