El aceite de argán es el producto idóneo para luchar contra la sequedad de la piel. Si utilizas de forma habitual este excepcional aceite, conseguirás que tu piel esté más hidratada y flexible.
Además, es muy rico en vitamina E, que es antioxidante, y tiene un alto contenido en ácidos grasos esenciales, de modo que podrás beneficiarte de su efecto anti-aging. Ten en cuenta que el envejecimiento es uno de los principales problemas a los que se enfrenta nuestra piel, ya sea por el paso de los años o por los daños del sol, que provocan un envejecimiento prematuro.
Aplica un par de gotas de aceite puro de argán mañana y noche, después de la limpieza y antes el tratamiento facial. Deberás distribuir de manera uniforme por el rostro, el cuello y el escote.
Beneficios del aceite de argán
Aunque su nombre haga pensar lo contrario, lo cierto es que el aceite de argán es útil para todo tipo de pieles: secas, mixtas y grasas.
Lo principal que destaca es que este producto es un excelente antioxidante natural, que previene la aparición de arrugas y aporta luminosidad y elasticidad a la piel.
Su alta propiedad cicatrizante hace que sea un recurso muy utilizado para quemaduras solares, heridas y cicatrices. Por esa razón, es un aliado magnífico para combatir las antiestéticas estrías.
Se puede aprovechar incluso para tratar las manos secas o agrietadas y para reforzar las uñas frágiles. Por supuesto, se utiliza a menudo en el cabello para lograr una mayor suavidad y aumentar su brillo natural.
No esperes más para librarte de la sequedad que ha provocado el verano en tu piel y cabello.
Curiosidades del aceite de argán
También conocido como ‘oro del desierto’, este aceite se obtiene de la nuez de argán y uno de los motivos por los que es tan valorado es por lo complicado que resulta el proceso de extracción, consiguiendo un litro por cada 100 kilos de fruto exprimido.