Alantoína Quizás no hayas oído hablar de la alantoína, pero sí de la “baba de caracol”.
Un famoso componente que puede obtenerse no solo de este famoso animal, sino también de la cobertura de diferentes plantas, una vía cada vez más utilizada.
De hecho, la propia alatoína también puede crearse como una molécula sintética. Medios de fabricación que dan como resultado uno de los productos cosméticos más cotizados del momento, especialmente por la importancia que la alatoína tiene para cicatrizar e hidratar.
Por si esto no fuera suficiente, la alatoína también estimula la aparición de queratina, colágeno o elastina, los cuales se encuentran presentes en multitud de productos: desde el “cacao” de los labios, hasta cremas antiarrugas o pomadas para roce de los pies en las zapatillas.