Normalmente, la exfoliación de la piel la hacemos en húmedo, es decir, con la piel humedecida y aplicando directamente el producto. Sin embargo, hay otra opción que es conocida como Dry Brushing.
El Dry Brushing es un proceso de exfoliación que se realiza sobre la piel seca y libre de otros productos. Para ello, se utiliza un cepillo especial realizando diferentes movimientos por toda la zona que se quiere exfoliar. Se debe hacer, además, de una forma específica dependiendo de si es en el rostro o en otra parte del cuerpo.
Una vez terminado el proceso de exfoliación, sí es conveniente meterse en la ducha y eliminar las células muertas que habremos levantado con el cepillo. También es una opción válida pasar un rato relajante en la bañera con sales de baño. Para finalizar, usa siempre algún hidratante, como las cremas corporales con aloe vera.
Vas a notar cambios en tu piel si analizas el cepillado en seco antes y después, sobre todo por los importantes beneficios que aporta el Dry Brushing:
Se recomienda hacerlo a primera hora del día o a última, pero ten en cuenta que debes elegir un momento en el que la piel esté completamente limpia.
El proceso de Dry Brushing es distinto según vayas a aplicarlo en el rostro (Dry Brushing facial) o en el resto del cuerpo (Dry Brushing corporal). A continuación te explicamos cómo realizar el cepillado en seco en cada caso:
El Dry Brushing en el rostro debe realizarse con movimientos ascendentes y circulares, que vayan desde el cuello hasta la frente y aproximadamente durante un minuto de duración.
Hay otra forma de aprovechar Dry Brushing en el rostro y es con movimientos en forma de línea, desde el centro hacia afuera, repitiendo esta acción 3 veces. Por ejemplo, empieza en el mentón y haz el movimiento hacia la oreja y luego vas subiendo hasta llegar a la frente.
Como punto final a esta exfoliación, haz movimientos circulares pequeños al sentido contrario.
Si hablamos del Dry Brushing en el resto del cuerpo, haz líneas de forma ascendente, comenzando por la zona de las extremidades.
Es decir, aplica la exfoliación primero desde los pies, luego hasta las rodillas, sube a los muslos, brazos y torso.
Repite cada línea de movimiento 3 veces y luego termina con movimientos circulares en el mismo orden para hacer el proceso completo.
El Dry Brushing es recomendable para exfoliar la cara una o dos veces a la semana como máximo. Respecto a su aplicación en el resto del cuerpo, sí que es más recomendable un uso diario.
Como alternativa puedes usar exfoliantes naturales, que puedes añadir a tu higiene diaria y con los que conseguirás resultados en muy poco tiempo.
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