Los factores que pueden afectar negativamente a tu pelo en la playa son numerosos. La sal del mar, la propia arena, el viento que suele hacer en estas zonas y, por descontado, la radiación solar.
Todos ellos de forma tanto conjunta como por separado pueden estropear la cutícula de tu cabello. Por eso el pelo puede encresparse, perder brillo y deteriorarse de forma notable durante la época de verano.
Incluso aunque optes por no ir a la playa, los peligros siguen existiendo. Por ejemplo, el cloro de las piscinas también puede dañarlo de forma importante.
Por descontado, no estamos hablando de unos efectos meramente estéticos. El pelo dañado puede tener consecuencias a largo plazo, producir un debilitamiento general que luego nos cueste más recuperar o incluso se ha encontrado relación entre la exposición a los rayos ultravioletas y un empeoramiento de la calvicie común.
Por tanto, el cuidado del pelo en la playa debe ser tan importante como el del resto del cuerpo, para poder contar con un cabello sano, fuerte y lustroso.
A continuación te ofrecemos algunos consejos para el cuidado del pelo en la playa que es importante aplicar, sobre todo en la época de verano.
Los elementos presentes en la playa (como también en la piscina) pueden aumentar la sequedad del cabello.
Por tanto, se convierte en un objetivo prioritario mantener sus niveles óptimos de hidratación. Para ello lo ideal es reforzar este factor desde la higiene diaria.
Aprovecha las ventajas de un champú nutritivo de aloe, que va a aportarte hidratación y brillo, además de facilitar el peinado.
Un pelo que presenta menos brillo, que parece estar más débil y encrespado, tiene este aspecto por un proceso de envejecimiento natural relacionado con la producción de radicales libres en las células del folículo piloso.
Para frenar todo lo posible este proceso y mantener el cabello con un aspecto saludable y rejuvenecido, los antioxidantes son de nuestros mejores aliados.
Añade antioxidantes a tu dieta veraniega, con frutas y hortalizas principalmente, para conseguir esa ayuda extra que necesitas contra los radicales libres.
Este curioso truco es más efectivo de lo que puedes imaginar. Consiste en aprovechar si hay una ducha de agua dulce para mojar tu pelo en ella antes de meterte en el mar.
Esta agua va a refrescar tu cabello y a aportar una capa de protección que evitará que el agua salada sea absorbida por tu pelo. Así reducirás el riesgo de que se dañe por el efecto directo que aplica este tipo de agua.
Aprovecha un spray protector para rociar sobre tu cabello antes de ir a la playa y también durante tu estancia en ella.
Otros aliados similares son la protección solar para la raíz del pelo si está visible o incluso un acondicionador en seco.