La psoriasis es uno de los trastornos de la piel más conocidos y que cada año afecta a más personas. Se trata de un trastorno en las células de la piel, las cuales se multiplican más rápido de lo normal, provocando la escamación de la piel. Generalmente suele aparecer en zonas como las rodillas, los codos o las plantas de los pies.
El aloe vera se utiliza tópicamente como tratamiento para pieles irritadas. Ya sea por quemaduras solares o por algún otro daño externo. El gel que se encuentra dentro de la planta ayuda a aliviar las quemaduras. Además, es efectivo en el cuidado de las heridas gracias a sus propiedades calmantes y antibacterianas. Por eso, el gel de aloe vera ha comenzado a utilizarse como un posible tratamiento para la psoriasis.
Aplicación del aloe vera
El aloe, al igual que los baños de sol, se utiliza como tratamiento complementario para disminuir los efectos del trastorno. Recomendamos aplicar el gel de la planta directamente sobre las zonas afectadas por la psoriasis. Este uso de aloe como agente lubricante en la piel también ayuda a reprimir los brotes de psoriasis y mantener su piel hidratada. Las propiedades naturales de la sábila calman y refrescan la piel, aportando alivio tanto al picor como a la hinchazón que se da en las zonas afectadas.
Lo ideal es aplicar el gel directamente de la planta. Pero si por cualquier motivo no es posible, hay que tener en cuenta que cualquier gel tópico o crema que queramos utilizar debe contener al menos un 0,5 por ciento de aloe vera puro. Lo habitual para que este tratamiento funcione, es aplicar la crema o el gel en la zona afectada hasta tres veces al día. La variedad de beneficios que ofrece el aloe vera es bastante amplia. De hecho, son muy pocas las contraindicaciones que tiene el tratamiento con esta planta.