Seguro que muchos de vosotros habéis oído hablar de la vitamina C, ese componente esencial en diferentes frutas como los cítricos (kiwi, naranja, limón, mango, papaya o piña entre otros) o verduras tales como el brócoli, el pimiento o las espinacas, principales fuentes de la también conocida como vitamina antiescorbútica o ácido ascórbico. La vitamina C es una vitamina hidrosoluble esencial para el desarrollo y el crecimiento de las personas dados sus muchos beneficios: reparación de tejidos en, prácticamente, cualquier zona del cuerpo a través del colágeno (aliado esencial de la industria cosmética) además de paliar resfriados y procesos gripales. Entre otros beneficios, la vitamina C previene el escorbuto y diferentes tipos de cáncer como el de colon, pulmón o de mama; y tiene una gran impacto en cualquier terapia preventiva de enfermedades cardiovasculares. Como contrapunto, el exceso de vitamina C puede ser peligroso, ya que causa problemas de carácter digestivo como diarrea o vómitos.
Empresa beneficiaria de una subvención FEDER-REACT UE, destinada a la reactivación económica de las pequeñas y medianas empresas en Canarias como parte de la respuesta de la Unión Europea a la pandemia covid-19, destinada a mejorar la productividad y la competitividad.