Los tensoactivos (que reciben también el nombre de surfactantes) son sustancias cuya propiedad más importante es la de reducir la tensión superficial de un líquido o la acción entre dos líquidos. Consisten en moléculas anfifílicas, con una parte que es hidrófila y otra que es hidrófoba.
¿Para qué sirven los tensoactivos?
Los tensoactivos en productos de limpieza corporal ayudan a retirar la suciedad de nuestra piel con el producto en el que estén presentes, ya que solo con el agua no conseguimos ese efecto. De igual forma, para la elaboración de cremas, los tensoactivos emulsionantes unen las sustancias de tipo acuoso con las de tipo oleoso y motivan la creación de emulsiones, que aprovecharemos de distinta forma en función de las propiedades que tenga ese producto.
Funciones de los tensoactivos
Por lo general, los tensoactivos pueden tener 4 funciones: humectantes, emulsionantes, detergentes y solubilizantes.
Tipos de tensoactivos
Además, también distinguimos 4 tipos de tensoactivos por su estructura molecular: aniónicos (son los que más se producen), catiónicos (capaces de cambiar las propiedades superficiales), no iónicos (no se disocian en el agua en iones) y anfóteros (poseen tanto un grupo aniónico como uno catiónico).