La crema matificante consiste en un tratamiento facial, principalmente enfocado a su uso en pieles mixtas y grasas, aunque puede ser aprovechado en cualquier tipo de piel.
Sus principales acciones son las de regular la producción de sebo y limitar el exceso de brillo. Para conseguir estos efectos, la crema matificante es elaborada con ingredientes activos pensados en las necesidades que tienen este tipo de pieles, así como las generales que cualquier persona puede requerir. Por eso también ofrecen un aporte muy importante de hidratación.
Propiedades de las cremas matificantes
Cada crema matificante puede tener propiedades algo distintas, pero por lo general sus
ingredientes activos son absorbentes y seborreguladores. Por eso también sirven para
reducir el tamaño de los poros, neutralizar el brillo antiestético que a veces se produce e incluso equilibrar la flora bacteriana.
De hecho, su acción antibacteriana y queratolítica es lo que la diferencia en gran medida de lo que aporta por ejemplo una prebase de maquillaje que también podría mejorar pieles con imperfecciones. Gracias a una crema matificante es posible incluso reducir la aparición de lesiones como las producidas por el acné. A la hora de aplicar crema matificante en tu cuidado diario, lo ideal es aprovecharla como último paso en tu rutina.