Cada vez más abrazado por el mundo de la estética y los productos ecológicos, el colorante natural de cochinilla es un componente extraído de un insecto típico de México y Perú. Considerado como un parásito, la cochinilla habita en diferentes plantas como chumberas y cactus, aportando un pigmento utilizado desde tiempos antiguos para teñir los tejidos procedentes de alpacas.
El colorante natural de cochinilla supone uno de los grandes aliados del mundo de la cosmética, especialmente cuando hablamos de productos como el pintalabios y, en concreto, un carmín que encuentra en este tinte su mejor arma de pureza. Además, también es utilizado en polvos faciales o lápices labiales de todo tipo.