Te miras los hombros de esa blazer que acabas de estrenar y, fácilmente, reconoces esas temidas partículas. La caspa es una amenaza que perdura durante toda la vida, si bien prolifera especialmente durante la época de la pubertad debido a su carácter hormonal. Esta fase supone el punto álgido de la también conocida como pitiriasis.
La caspa se caracteriza por un exceso de células muertas y, por ende, la descamación de la llamada dermis del cuero cabelludo, produciendo el efecto “nieve” tan característico de la caspa.
Un mal menor pero igualmente molesto que hoy encuentra numerosos productos y acondicionadores para tratar el problema.