La epidermis, membrana que cubre la parte más superficial de la piel, se compone de diferentes capas. La conocida como capa córnea es la más externa de todas, con una configuración física en forma de pliegues celulares que contienen oxígeno, si bien son las primeras células en perder su estructura durante cualquier tratamiento de
exfoliación, separándose del resto de la piel en forma de escamas.