La arcilla es en realidad una roca sedimentaria descompuesta, que tiene agregados de silicatos de aluminio hidratados, derivados de la descomposición de las rocas, tiene distintas coloraciones en base a los metales e impurezas que posee. Su componente más importante en cosmética son los minerales que contiene, con los que pueden conseguirse distintos beneficios. Algunos de los más importantes son magnesio, calcio, potasio, selenio, sílice y zinc.
Dependiendo del tipo de arcilla natural, podemos aprovechar distintas propiedades en cosmética natural: