Desde tiempos ancestrales, culturas como la china han utilizado el extracto de zanahoria para el cuidado de la piel, el cabello o el cuerpo.
Un aliado único que durante los últimos años se ha convertido en todo un furor en Occidente gracias a sus muchas propiedades.
En primer lugar, la zanahoria (y por ende, su aceite) es rica en vitaminas, ideal para la eliminación de arrugas y el cuidado de pieles secas y grasas, especialmente en aquellas personas que sufren de acné. En segundo, es también idóneo para la reparación del cabello, ayudando a eliminar todos los problemas capilares provocados por el viento, la sal, la arena o incluso el estrés, asegurando brillo y volumen desde el primer momento.
Por último, y no menos importante, el aceite de zanahoria es aún mejor que la crema solar, ya que actúa como bronceador natural al incluir carotenos, un antioxidante a modo de pigmento que no solo aporta ese color tostado a nuestra piel… sino también el rosa a los flamencos o el multicolor de algunos peces.