Los gatos son animales limpios por naturaleza. Su brillante pelaje es fruto de una limpieza exhaustiva que realizan con bastante frecuencia.
Sin embargo, no es algo raro encontrar rastros de caspa en gatos. En este artículo te explicamos las causas de la caspa en estos animales, cómo puedes ayudarle a tratarla correctamente y cómo el aloe vera puede convertirse en un importante aliado para esta tarea.
Si estás ante la duda de "mi gato tiene caspa, ¿a qué se puede deber?" Es importante primero saber qué es la caspa en concreto.
Es piel muerta de color generalmente blanco, que se desprende de la piel del animal y se queda pegada a su pelaje.
Lo normal es que la caspa ni se note en tu compañero de cuatro patas, pero a veces se presenta en bastante cantidad. De hecho, si la piel se renueva demasiado rápido, la caspa puede crecer mucho más hasta convertirse en seborrea.
La caspa en gatos puede estar motivada por muchas razones, tanto de entorno como propias del animal. Estos son los motivos por los que suele aparecer:
Enfermedades diversas: La causa puede ser un síntoma de varias enfermedades como artrosis, problemas dentales y otros dolores de tipo crónico que afecten a su limpieza.
Estrés y depresión: El gato es un animal muy sensible. Cualquier cambio en su entorno le estresa o incluso le deprime y lo refleja de diversas formas. Una de ellas es con una mayor generación de caspa.
La alimentación: Una alimentación que no cuenta con los ácidos grasos adecuados, puede afectar al animal de muchas maneras, entre ellas en la generación de caspa.
Peso del gato: Los gatos obesos tienden a tener más caspa, sencillamente porque pierden flexibilidad y les es más difícil limpiar ciertas zonas.
Raza del gato: Algunos gatos también presentan excesiva caspa por su raza y, concretamente, por su tipo de pelo, como el de los gatos persas.
Un clima demasiado seco: Este entorno favorece que la piel se reseque y aumenta la probabilidad de caspa, sobre todo en gatos de poco pelo o demasiado claro.
Hay dos formas de tratar la caspa en los gatos a nivel general. La primera de ellas es intentar encontrar el origen del problema.
Si se trata de una consecuencia a raíz de una enfermedad, debes llevar a tu mascota al veterinario, para que reciba la atención médica adecuada, pues además puede afectarle en otros aspectos.
Si es por estrés o depresión, debes intentar crear un entorno más agradable y tranquilo para su bienestar. Si es por su tipo de pelaje, deberás incrementar su limpieza, etc.
La otra forma, totalmente complementaria, de tratar la caspa en gatos, consiste en mejorar su limpieza de forma activa, para lo que hay productos con aloe vera que pueden ayudarte.
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Gracias a los principios activos del Gel Puro para mascotas, tienes todos los componentes necesarios para cuidar su piel y su pelaje a tu alcance, con lo que reducirás la probabilidad de que aparezca la caspa.
Entre estos componentes destaca el Aloe Vera, que es perfecto para pieles y cabellos sensibles. En concreto para este caso, destaca por ser un buen protector cutáneo y por refrescar las pieles dañadas.
Cuenta también con alantoína, que puede estimular la epitelización de la piel y tiene una importante acción regeneradora y cicatrizante. Es el componente ideal para un cuidado efectivo y el mantenimiento de una piel sana.
El Gel Puro para mascotas cuenta también con urea, un componente natural de la epidermis que interviene en el factor de hidratación. Tiene efecto humectante, lo que ayuda a reducir la pérdida de agua de la piel y a su vez reduce la descamación, eritema y purito.
Para la limpieza de tu gato, aplica este Gel Puro para mascotas sobre su piel (sin tocarle los ojos o las mucosas) y masajea hasta que se absorba completamente.