Granitos en la cara del bebé: causas y tratamiento

Para ayudarte en esta labor, te detallamos a continuación algunas de las causas más comunes por las que aparecen granitos en la cara de un bebé.

Desde el mismo momento del nacimiento hasta incluso 4 semanas después, el bebé puede presentar granitos rojos a veces con una punta blanca.

Su presencia se debe a la estimulación de las glándulas sebáceas por las hormonas de la madre, que afecta al feto a través del cordón umbilical.

Si mantenemos su piel limpia y seca, estos granitos en la cara del bebé recién nacido desaparecerán por sí solos.

Cuando el bebé presenta granitos en la cara blancos y amarillentos, estamos ante la miliaria. A veces también aparecen en la espalda o en el cuello.

Suelen desaparecer al segundo mes de vida y su presencia se debe a la acumulación de grasa, normalmente por el proceso de formación de sus glándulas sudoríparas.

Uno de los casos más típicos de granitos en la cara del bebé es el relativo al acné del lactante. Aparece normalmente los primeros meses de vida, por eso se le asocia a la etapa de lactancia, pero no está demostrado que sea una causa directa.

Es un acné similar al de los adolescentes y bastante obstinado. Es importante cuidar bien la piel del pequeño en este tiempo y, sobre todo, evitar a toda costa que puedan acumularse bacterias y causar una infección.

Granitos por sudamina

Mientras la miliaria se produce por un desarrollo propio del organismo del bebé, la sudamina aparece específicamente por exceso de sudor o por calor excesivo, cuando está demasiado abrigado.

Debemos procurar una ropa adecuada para el pequeño en función de la temperatura donde se encuentre y, sobre todo, mantener su piel limpia y seca durante todo el día.

Hay enfermedades que pueden causar la aparición temporal de granitos, muchas veces en la cara del bebé. Normalmente están asociados a otros síntomas, como bultos en la piel, fiebre, etc. por lo que es fácil relacionarlos.

En cualquier caso, siempre es importante consultar con médicos especialistas, que puedan identificar cualquier enfermedad que esté afectando al pequeño, para poder darle el tratamiento adecuado.

La crema infantil de aloe vera que tienes disponible en nuestra tienda online es un aliado que puede ayudarte con este objetivo.

Se trata de una leche hidratante enriquecida con extractos vegetales. Junto con el aloe vera, sus ingredientes consiguen mantener una óptima hidratación de la piel del bebé en todo momento.

El aloe vera también calma y alivia, por lo que al ser utilizado sobre los granitos en la cara, el bebé se sentirá reconfortado y se reducirán sus molestias.

Las propiedades de esta planta también incluyen el ser antibacteriana, antiséptica y antiinflamatoria. Gracias a ello, el aloe vera ayudará a prevenir y reducir progresivamente la presencia de bacterias en la piel del pequeño, así como el tamaño de los granitos. Poco a poco su piel irá recuperando un aspecto normal y saludable.

Puedes usar la crema infantil de aloe vera tanto en la cara como en el resto de su cuerpo. Es especialmente recomendable su aplicación después del baño.