Considerado como uno de los mejores aliados para quienes buscan adelantarse al verano y lucir una piel bronceada durante los 365 días del año, el tratamiento de rayos UVA (iniciales de rayos ultravioleta de tipo A en inglés) hace alusión a una radiación electromagnética cuya onda alcanza una longitud entre los 320 y los 400 nanómetros, descubriendo el famoso color violeta que, curiosamente, nosotros no somos capaces de advertir. Este proceso tiene lugar a a través de diferentes máquinas que utilizan filtros enfocados a la eliminación de las radiaciones ultravioletas de tipo B, las más perjudiciales, permitiendo que tan solo las de tipo A penetren en la piel, fomentando a su vez una aparición más rápida del deseado efecto del moreno. En cualquier caso, los efectos siempre serán similares (con lo bueno y malo que ello conlleva) al efecto del sol en nuestra piel, salvo que las terapias de rayos UVA consiguen este logro estético en apenas diez minutos. Por supuesto, cada tratamiento debe adaptarse al tipo y color de piel.
Empresa beneficiaria de una subvención FEDER-REACT UE, destinada a la reactivación económica de las pequeñas y medianas empresas en Canarias como parte de la respuesta de la Unión Europea a la pandemia covid-19, destinada a mejorar la productividad y la competitividad.