El proceso de transformación de nuestro Aloe Vera

El aloe vera no es un planta originaria de las islas, sin embargo, Canarias cuenta con unas características excepcionales para su cultivo. Tanto sus temperaturas estables durante todo el año, como las escasas precipitaciones y la porosidad del suelo volcánico, han hecho posible que el aloe vera se haya naturalizado y expandido por todo el archipiélago, especialmente por las islas orientales, lo cual nos ha convertido en la principal región europea en cultivo y producción de aloe del mundo. 

De hecho, el aloe vera canario es reclamado a nivel mundial, pues precisamente nuestras condiciones climatológicas propician que sus propiedades internas se desarrollen más y mejor, llevándolo a un nivel y categoría superior. 

En Aloe Plus Lanzarote contamos con 4 fincas, que suman un total de 52.500 m2, con las cuales alcanzamos una capacidad productiva anual de 200.00 kilos de aloe y 120.000 litros de jugo. Ahora bien, veamos paso a paso cómo es nuestro proceso de transformación de la hoja: 

1. Recolectamos la hoja una vez las plantas han alcanzado el grado de maduración necesario (+3 años). 

2. Realizamos el transporte a nuestra fábrica de las hojas recolectadas. Además, destacamos que esto se hace inmediatamente, pues desde el momento en el que la hoja es extraída del tallo, comienza su fase de oxidación.

3. Las hojas recolectadas pasan por una segunda selección, donde también se lleva a cabo el pesado de las mismas y, posteriormente, el registro de datos.

4. Realizamos el proceso de lavado y desinfección para asegurarnos de que las hojas estén totalmente esterilizadas y no surjan gérmenes que puedan contaminar el producto. 

5. Extraemos el gel del interior de la hoja a través de una peladora que nos permite extraer la pulpa de áloe. 

6. Introducimos la pulpa en una maquinaria especializada, para llevar a cabo la fase de triturado de la misma. 

7. Añadimos al jugo obtenido los conservantes y antioxidantes necesarios para mantener intactas todas sus propiedades, de modo que procedemos a su estabilización. 

8. Culminamos el proceso con la fase de control, tomando muestras para su posterior análisis y registrando diferentes controles de las características del producto, garantizando la calidad final del mismo.