Existen registros del uso de
Aloe vera desde la antigüedad. De hecho, en los siglos XVIII y XIX, fue uno de los remedios más prescritos, incluso por los médicos occidentales. Dato que sorprende ya que esta planta es originaria de África y partes del Medio Oriente. Los datos registrados coinciden en que se usaba como base de remedios naturales de hierbas, sobre todo en las regiones más antiguas. Hoy en día, sigue siendo uno de los remedios más populares y bastantes utilizados.
Uno de los primeros usos del Aloe vera y que se tenga constancia se remonta a los antiguos egipcios, hace unos 6000 años. Además de su uso bien conocido como ungüento de
primeros auxilios para quemaduras menores, cortes y rasguños, el aloe también es útil para una variedad de otros usos medicinales y nutritivos, tanto externos como internos.
La planta de la inmortalidad
Se conocía como
“la planta de la inmortalidad” pues su uso se consideraba beneficioso para la belleza, la salud y la inmortalidad. Tanto Cleopatra como Nefertiti eran conocidas por usar y valorar el jugo de la planta de aloe como parte de su ritual de belleza diario. Incluso a sus muertos los embalsamaban con aloe vera debido a sus propiedades antibacterianas y fungicida. Además, creían que deteniendo el proceso de descomposición física conseguirían la vida eterna.
Por otro lado, a los faraones fallecidos les daban como ofrenda el aloe vera durante su ceremonia funeraria. Dependiendo de la cantidad de aloe que se le entregaba al faraón como ofrenda, se mostraba la riqueza y la estima de la persona que se lo ofrecía.
Creencias
Otros registros antiguos revelan el uso del Aloe vera en la civilización egipcia. En 1858, se encontró el Papiro de Eber en Tebas, que data de 1550 A.C., del reinado de Amenhotep. En el papiro se documentan las diferentes
propiedades del aloe vera, entre ellas la antiinflamatorias y calmantes del dolor. Los mahometanos de Egipto tenían tanta fe en el aloe vera que lo consideraban un símbolo religioso. De hecho, creían que usando el símbolo de la planta, considerada sagrada, colgando de la puerta de sus casas, les protegería de las calumnias y las energías negativas. Así mismo, los egipcios también usaban la planta en la producción de papiro y como tratamiento para la tuberculosis.
Increíble pensar que esta planta ha trascendido en la historia hasta llegar a nuestros tiempos en los que se siguen descubriendo los grandes beneficios de esta planta que nos brinda la naturaleza.